¡El agua sanará!

La hidroterapia, que literalmente significa “tratamiento de agua”, implica el uso variado del agua con fines medicinales. Además, el agua se puede utilizar tanto en forma de hielo como en forma de líquido o vapor. El agua puede aliviar los síntomas de numerosas infecciones, dolor agudo y crónico, ayudar con enfermedades del sistema circulatorio, etc. La hidroterapia externa generalmente implica aplicar agua caliente o fría (o alternativamente ambas) a la piel. La hidroterapia interna consiste en tomar agua dentro como una sustancia de limpieza que elimina las toxinas del cuerpo.





El tratamiento varía desde los baños de pie tomados en casa a la fisioterapia sofisticada en las piscinas hospitalarias y puede incluir envoltura, la aplicación de chorros de agua y salpicaduras, el dousing, así como baños de vapor, saunas, baños calientes y fríos. El objetivo principal de la hidroterapia es estimular el sistema inmunitario del cuerpo o desintoxicarlo cambiando la temperatura corporal.




La hidroterapia tiene una amplia gama de aplicaciones, pero es especialmente útil para el tratamiento del dolor muscular y articular, inflamación, quemaduras y glaseado, fiebres, sinusitis, dolores de cabeza, enfermedades respiratorias superiores, trastornos digestivos, dolor pélvico y estrés. En piscinas y baños de masaje, el tratamiento de hidroterapia también se utiliza para fortalecer las extremidades después de lesiones. La hidroterapia interna puede aliviar los problemas digestivos y ayudar a limpiar la sangre.




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