Acabamos de regresar de la ciudad de Minsk y quiero compartir mi
impresiones. Soy de la década de los 90 y autobuses por lo que ven con un compostador,
comprar envuelto en papel de cera, limpiar las calles y las hoces con
martillos, se rompe literalmente.
Ciudad dejó posmle mismo sentimientos inusualmente cálidas que quiero
para compartir con los que son como yo era octubrista, corrió a la kiosco
Pepsi-Cola, encontró las máquinas con la sosa y aceite de girasol, recuerda
como tubo de aluminio cinta de bobinado.
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