El síndrome de Diogenes, o síndrome de pobreza senil, es común entre el 5% de los adultos mayores en todo el mundo. Aunque a veces los jóvenes sufren de esta enfermedad. La enfermedad obtuvo su nombre en honor del antiguo filósofo griego que decidió abandonar todos los bienes terrenales y establecerse en un barril.
Las personas que sufren de síndrome de Diogenes se ven fácilmente en la multitud. A menudo son ciudadanos ancianos que transportan o llevan una variedad de basura en una casa de carrito. Viven en las montañas de la basura en la pobreza extrema, aunque de hecho pueden tener grandes ahorros.
No tocan sus colecciones a largo plazo de basura, ahorran para un día lluvioso, apelando al hecho de que todo esto es “todavía útil” – “casi nuevo” – “se puede vender por mucho dinero”. Muchos en vano consideran a estos camaradas sólo excéntricos. ¡Es importante reconocer que la gente está muy enferma!
Y las raíces de la misteriosa enfermedad, lo suficientemente extraña, están en el cerebro humano. Científicos de la Universidad de California llegaron a la conclusión de que la pasión por la recolección se asocia con la actividad de la corteza frontal del cerebro.
Muchos de nosotros como niños recogimos sellos, postales, monedas, insignias, pegatinas y mucho más. A menudo con la edad, esta pequeña pasión se desvaneció o permaneció un pasatiempo para la vida. Pero la línea cuando el deseo inofensivo de poseer algo se convierte en una enfermedad todavía es desconocida para los científicos.
Los estudios han demostrado que las personas que sufren de un deseo incontrolable de tirar la basura en la casa, hay un desarrollo débil de la corteza de los lóbulos frontales del cerebro. En las primeras etapas, la enfermedad de Diogenes es muy difícil de diagnosticar. A menudo la gente encuentra más fácil llamarlo rasgos locos o extraños de carácter, pero no una enfermedad.
Qué hacer con los amigos y familiares modernos ¿Plyushkins? Después de todo, son casi rehenes cerca de montañas de basura y barro. Qué podemos decir acerca de las hordas de insectos con roedores, que son tan cómodos de reproducir en condiciones de desorden total.
La mejor solución, por supuesto, será la consulta de un psiquiatra experimentado. Los médicos en las primeras etapas pueden recetar medicamentos especiales que estabilizan la condición del paciente. A menudo, los médicos aconsejan a los familiares que traten de negociar con el coleccionista y dirijan su energía en una dirección pacífica.
Por ejemplo, ofrecer a recoger no todo, sino algo específico. O convencer a una persona que necesita limpiar la casa para que su colección pueda ser mostrada a alguien. Sería bueno ayudar a un pariente con limpieza primero.
Este comportamiento no debe ser considerado como un estilo de vida. Asegúrese de compartir el artículo con los amigos, advertirles sobre el peligro!