Se utilizarán sensores con bacterias para detectar la contaminación del agua potable

Científicos del Departamento de Ingeniería Química de EE.UU. y del Laboratorio de Robótica de Bristol han anunciado el desarrollo de un dispositivo barato que podría utilizarse en países en desarrollo para supervisar la calidad del agua potable en tiempo real sin costosos equipos de laboratorio.

Los métodos modernos de detección de contaminantes en el agua son bastante caros, consumen mucho tiempo y requieren conocimientos técnicos especiales. El nuevo sensor, que tiene un costo relativamente bajo debido a la fabricación del caso en una impresora 3D, se puede utilizar directamente en ríos, lagos y otros cuerpos de agua para el monitoreo continuo de la calidad del agua.

El sensor, como una célula de combustible microbiano convencional, contiene bacterias que en un ambiente anaeróbico convierten la energía química en electricidad. Los investigadores encontraron que cuando las bacterias entran en contacto con toxinas en el agua, la producción de electricidad disminuye, lo que es un signo seguro de la presencia de contaminantes. Y cuanto más alta la concentración de toxinas en el agua, menos electricidad produce la bacteria. Y lo más importante, la generación de energía se restablece una vez que se reducen los niveles de toxina en el agua. Así, los científicos pueden monitorear la concentración de contaminantes en el agua en tiempo real sin la necesidad de recoger numerosas muestras para la prueba en el laboratorio.

Actualmente, los efectos de la contaminación en los ecosistemas acuáticos se evalúan utilizando peces o daphnia, que tarda mucho tiempo y a menudo es cuestionado por científicos ambientales. Otros métodos para detectar la contaminación del agua se basan en tecnologías precisas de espectrometría masiva, sin embargo, requieren equipos especializados caros y técnicos con experiencia relevante. Por consiguiente, esos métodos no son adecuados para la vigilancia cotidiana de la calidad del agua, que es particularmente necesaria por los países en desarrollo.

Los investigadores ya han realizado las primeras pruebas del nuevo sensor bacteriano. Según los resultados de las pruebas, el dispositivo ayudó a los científicos a detectar en el agua un pequeño nivel de cadmio, un contaminante utilizado en la industria electrónica, y en cantidades muy inferiores al nivel más seguro aceptado por la OMS.

Fuente: www.ozemle.net