Los científicos han descubierto cientos de lugares de emisiones de metano en el Océano Ártico

En el Mar Chukchi, la primera de dos etapas de la expedición sueca rusa-americana llegó a su fin, cuyo resultado principal fue el descubrimiento de más de trescientos lugares de emisiones intensivas de metano desde el suelo oceánico. Según los participantes del proyecto científico, estas liberaciones pueden tener consecuencias catastróficas no sólo para la ecología del Ártico, sino también para el clima de todo el planeta.

Cabo Barrow fue el punto final de una expedición de 45 días de Noruega a Alaska. Según Igor Semiletov, el director del proyecto de la parte rusa, especialistas de Rusia, Estados Unidos y Suecia estudiaron la intensidad de las emisiones de metano en el Océano Ártico.

La base flotante para la expedición para especialistas fue el rompehielos Oden. 47 expertos siguieron la Ruta del Mar del Norte, estudiando la plataforma de los mares del Ártico.

Según el jefe del lado ruso del proyecto, esta expedición científica fue la siguiente etapa de varios estudios que los equipos internacionales de científicos han estado realizando durante los últimos quince años.

Sin embargo, por primera vez, un estudio científico de emisiones masivas de hidrocarburos simples en los mares Árticos cubrió toda la zona de agua de la Ruta del Mar del Norte, por lo que se puede llamar el más grande en la historia de la investigación científica. Permitirá estudiar las liberaciones de metano en todas las cuencas del mar Ártico de inmediato.

Igor Semiletov también destacó que por primera vez era posible realizar un seguimiento detallado de los mares Chukchi y Siberiano Oriental. Esto permitió detectar zonas de liberación masiva de gas peligroso en ellas, lo que no era posible previamente.

Además, los científicos pudieron medir el volumen de gases de efecto invernadero que se libera en la atmósfera. Sin embargo, los datos recogidos aún no se han procesado a orillas para evaluar la magnitud del peligro para la Tierra.

Según el plan, en Cape Barrow, se cambiará la composición del equipo científico y la tripulación, después de lo cual comenzará la segunda etapa del viaje de investigación. La siguiente etapa de la expedición, que durará 5 días más, se dedicará al estudio de la pendiente de estante del mar Ártico. Durante este tiempo, los científicos tendrán que realizar encuestas geofísicas y geológicas.

Los expertos tendrán que determinar la validez del supuesto que fue presentado por los resultados de las expediciones internacionales anteriores: el metano se libera como resultado de la destrucción de zonas subacuáticas de permafrost debido al cambio climático, que a su vez acelera los procesos de calentamiento.

Fuente: zeleneet.com