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fertilizantes ecológicos de desechos de energía renovable
Científicos de la Universidad Lancaster han iniciado investigaciones científicas para crear fertilizantes ecológicos de residuos de producción de energía renovable.
Se espera que la investigación dé lugar a nuevos mejoradores y fertilizantes ecológicos para la producción de cultivos, lo que ayudará a reducir los costos para los agricultores y, como resultado, a frenar el crecimiento de los precios de los alimentos.
El proyecto Lancaster University también incluye Stopford Energy and Environment Limited y Aqua Enviro Limited, el James Hutton Institute. El estudio se basa en investigaciones anteriores para utilizar una mezcla de digestión obtenida después de la digestión anaeróbica y residuos de ceniza de la biomasa quemada como alternativa a los fertilizantes existentes. La ceniza misma es rica en micro- y macronutrientes, y el desperdicio de fermentación anaeróbica es una rica fuente de elementos de traza y nitrógeno.
Vale la pena señalar que casi todos los fertilizantes utilizados hoy en día, fósforo y nitrato, se producen utilizando tecnologías energéticamente intensivas, incluido el uso de petróleo y gas. Además, la producción de fertilizantes de fosfato depende de la extracción de fosfatos, un recurso limitado e inestable, y se utilizan diversos productos químicos tóxicos en el proceso de producción.
En cambio, el fertilizante basado en ceniza y digestión tiene importantes beneficios ambientales. Además de reducir la dependencia de los combustibles fósiles, la producción de ese fertilizante proporcionará ingresos adicionales para las empresas de procesamiento de biomasa anaeróbica. La tecnología también hará que la bioenergía, una fuente de energía renovable potencialmente capaz de satisfacer más del 15% de la demanda de electricidad del Reino Unido para 2020, más atractiva para los inversores. Hasta ahora, los residuos de ceniza de la biomasa quemada fueron simplemente arrojados a vertederos.
El proyecto de investigación de tres años, que tendrá lugar en un laboratorio de la Universidad de Lancaster y en entornos reales, ha recibido financiación del Consejo de Investigación Ambiental (NERC) de 856.484 libras. El proyecto también incluye la cooperación con los asociados de la industria para garantizar que el producto final satisfaga los requisitos de los agricultores y productores en la esfera de la bioenergía.
Fuente: www.ozemle.net
Se espera que la investigación dé lugar a nuevos mejoradores y fertilizantes ecológicos para la producción de cultivos, lo que ayudará a reducir los costos para los agricultores y, como resultado, a frenar el crecimiento de los precios de los alimentos.
El proyecto Lancaster University también incluye Stopford Energy and Environment Limited y Aqua Enviro Limited, el James Hutton Institute. El estudio se basa en investigaciones anteriores para utilizar una mezcla de digestión obtenida después de la digestión anaeróbica y residuos de ceniza de la biomasa quemada como alternativa a los fertilizantes existentes. La ceniza misma es rica en micro- y macronutrientes, y el desperdicio de fermentación anaeróbica es una rica fuente de elementos de traza y nitrógeno.
Vale la pena señalar que casi todos los fertilizantes utilizados hoy en día, fósforo y nitrato, se producen utilizando tecnologías energéticamente intensivas, incluido el uso de petróleo y gas. Además, la producción de fertilizantes de fosfato depende de la extracción de fosfatos, un recurso limitado e inestable, y se utilizan diversos productos químicos tóxicos en el proceso de producción.
En cambio, el fertilizante basado en ceniza y digestión tiene importantes beneficios ambientales. Además de reducir la dependencia de los combustibles fósiles, la producción de ese fertilizante proporcionará ingresos adicionales para las empresas de procesamiento de biomasa anaeróbica. La tecnología también hará que la bioenergía, una fuente de energía renovable potencialmente capaz de satisfacer más del 15% de la demanda de electricidad del Reino Unido para 2020, más atractiva para los inversores. Hasta ahora, los residuos de ceniza de la biomasa quemada fueron simplemente arrojados a vertederos.
El proyecto de investigación de tres años, que tendrá lugar en un laboratorio de la Universidad de Lancaster y en entornos reales, ha recibido financiación del Consejo de Investigación Ambiental (NERC) de 856.484 libras. El proyecto también incluye la cooperación con los asociados de la industria para garantizar que el producto final satisfaga los requisitos de los agricultores y productores en la esfera de la bioenergía.
Fuente: www.ozemle.net