Silphra, la ruptura entre dos continentes

El Silfra Fault se encuentra en el lago Tingvallawatn en el Parque Nacional Thingvellir de Islandia. Silphra es parte del Rift Atlántico, la línea divisoria entre los continentes de Europa y América. Se trata de una enorme grieta en la superficie de la tierra, donde se encuentran las placas continentales, cambiando alrededor de dos centímetros por año. En las aguas profundas del Océano Atlántico, esta fisura es en su mayoría invisible, pero en Silfra el agua clara de los glaciares islandeses hace visible la fisura. Esto da a la gente una oportunidad única para ver las placas continentales colosales con sus propios ojos.



Increíble visibilidad y accesibilidad hacen de Silfra un destino popular para los buzos. Divers and snorkelers can swim between American and Eurasian tectonic plates, effectively touching both continentes. La visibilidad es extraordinaria y alcanza casi 100 metros. Hay varias razones para esta claridad notable. Primero, el agua es fría – 2 – 4 grados Celsius, y permanece así todo el año. Esta temperatura mantiene el agua libre de vida hídrica. En segundo lugar, tiene la forma más pura. Esto es agua destilada formada como resultado de la fusión de glaciares a 50 kilómetros de aquí. Este agua pasa la distancia al Parque Nacional Tingvellir bajo tierra. En el camino, es filtrado más por roca porosa hasta que se vuelve tan limpio que puede ser borrado con seguridad sin ningún tratamiento.

La Cordillera de Montaña Media Atlántica es la cordillera más larga del mundo, situada principalmente por debajo de la superficie del Océano Atlántico. La cordillera incluye una zona de falla profunda, rodeando casi todo el mundo. Este rift marca el límite real entre dos placas tectónicas, el Eurasiano y americano. Justo entre las placas tectónicas, lava erupta en el agua helada del Atlántico, formando nuevas islas y volcanes. Durante millones de años, este proceso ha formado el Atlantic Ridge.

Aunque muchos bucearon en Silfra, muy pocos se aventuraron en la cueva Silfra, que tiene 63 metros de profundidad. Gran profundidad y pasajes muy estrechos plantean una gran amenaza para los buzos. Además, las rocas formadoras de cuevas pueden colapsar fácilmente. La cueva ha sido mapeada por un grupo de buzos americanos, pero los terremotos regulares en la zona probablemente han cambiado significativamente la geografía.



Fuente: lifeglobe.net/