Napoleón durmió durante la batalla de Waterloo. Sus hemorroides torturados tratados sintomáticamente - por lo menos para el enema dolor anestesia inyectada, provoca somnolencia severa. Bonaparte se había quedado dormido antes de la pelea, y nadie se atrevió a despertarlo a los momentos más críticos.
Luis XVI tenía un defecto congénito del esfínter, no le permite contener los gases. Constante deflación gas pública en voz alta se percibe como el cortesanos e invitados desprecio por la decencia y el desacato a la corte por los invitados y se une al trono, y un halo de corrupción empujó aún más la sociedad para derrocar a la monarquía.
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