Todo comenzó cuando Seth Castillo llegó uno de sus clientes con su perro de aguas en una sesión fotográfica. El perro rápidamente, corrió para los artículos que fueron arrojados, y de vez en saltar a la piscina para conseguir un juguete llegó allí.
En uno de esos momentos fotógrafo pensé: "Me pregunto cómo se ve bajo el agua?»
Al final resultó que, los perros bajo el agua pueden dar miedo, loco, pero muy inusual y positivo.