En el momento de la aceptación de la mercancía para su reparación, vino un chico de unos 12 con su abuela, que era como un soporte de voz, gritando y amenazando la seguridad social.
Por un lado, por supuesto, ridículo, pero por otro, hace que te preguntes,
y podría explicar la abuela y su nieta que Internet no es muy seguro para los principiantes.