Comemos lo que nos ha regalado el dióxido de carbono

Los niveles altos de dióxido de carbono en la atmósfera al final de la última edad de hielo es lo que hace que nuestros antepasados cultivar trigo.
La agricultura surgió en el Плодородном una media luna en el oriente medio, cerca de 10 mil años y se ha convertido en la de la luz en los próximos dos milenios. Es increíble la unanimidad nos lleva a pensar acerca de algún fenómeno mundial.
En realidad, cuando el hielo comenzó a derretirse, la circulación de los océanos ha cambiado y el agua rindió aire enormes cantidades de dióxido de carbono. Pero, ¿por qué la gente seleccionado algunos cereales, y otros no? Para responder a esta pregunta, los científicos han decidido llegar hasta las raíces modernas de los cultivos, es decir, a las antiguas variedades silvestres de la cebada y el trigo.



Los expertos comenzaron a cultivar los antecesores de trigo y cebada en diferentes condiciones. En un invernadero, los niveles de CO2 han llevado a los indicadores de la edad de hielo y en la otra a los datos de la época neolítico de la revolución. Similar experimento se llevó a cabo con cuatro silvestres, que hoy no comemos, pero que проростали en aquellos tiempos en el medio oriente.
Todos los tipos de trigo son especialmente sensibles a un aumento de la concentración de dióxido de carbono. Y nuestros antepasados han hecho la elección obvia.
Sr frank dice que su grupo asegúrese de ser capaz de comprender con el resto de productos de alimentación, en interés a los que puede afectar el aumento de los niveles de CO2.





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